La sobrina bisnieta de Mateo Hernández, María Luján Hernandez, ha visitado esta mañana el Museo de su antepasado para conocerlo y hacer donación de un tesoro muy especial en su familia.
El alcalde, Luis Francisco Martín, la concejala de Cultura, Puri Pozo, y la técnico del Museo, Ana Iglesias, han recibido a la sobrina que ha viajado desde Buenos Aires para conocer España y la tierra en la que nació su abuelo, José Antonio Hernández, hijo de Manuel Roman Hernández, hermano de Mateo.
Manuel Roman, su bisabuelo, viajó a Argentina junto a su familia y allí estableció para siempre, aunque el recuerdo de Béjar siempre ha estado presente en su familia, tal y como relataba María Luján.
De hecho, Manuel Roman junto a otros bejaranos fundó la colonia bejarana en Argentina, cuyas huellas están todavía presentes en nuestra ciudad, y son numerosos los escritos que publicó en este periódico Béjar en Madrid enviamos desde Buenos Aires.
Uno de los mayores legados de la familia Hernández es un álbum dedicado a Mateo Hernández con recortes de periódicos y fotografías que ha ido pasando de generación en generación. Al morir su padre, Marcelo Hernández, pasó a manos de María Luján, quien poco conocía de Mateo Hernandez y empezó una investigación para saber más de él. Habló con algún familiar y comenzó a investigar en internet, y así dio con este museo. Esto fue antes de la pandemia.
El álbum, propiedad de su bisabuelo, recoger fotografías que el escultor enviaba a su hermano, imágenes de sus esculturas firmadas por él y muchos recortes, entre ellos uno de Béjar en Madrid. Todo pegado con sumo cuidado y muy bien conservado. Lo que invita a suponer el valor sentimental de este álbum.
María Luján explicaba su deseo de que “se conservara en su museo para que pueda ser conocido”.
Por su parte, el alcalde apuntaba el significado de la figura de su bisabuelo, su trascedencia y su relevancia para todos los bejaranos y la ha invitado a visitar la ciudad en más ocasiones. Además, le ha hecho entrega de varios libros dedicados a Mateo Hernández, entre ellos el escrito por Domingo Garrido, un gran investigador de la figura de Mateo Hernandez y colaborador de Béjar en Madrid.
María Luján miraba con atención cada obra de su bisabuelo, sus cinceles que, a través de una donación del sacerdote José Luis Majada Neila, están expuestos en el museo y se interesaba por cada anécdota que le iban narrando.
La bisnieta prometió regresar, quizás para la bienal de Escultura que se convocará este año
después de años de ausencia, y seguir investigado la figura del artista más genial de nuestra ciudad.
En la próxima edición en papel de Béjar en Madrid contaremos más detalle de esta visita