Dice el refrán que si ‘Semana Santa enmarzá, año de lluvias será’ y no sabemos aún sí llegará a cumplirse esta predicción, pero que sí está claro está siendo una Pasión pasada por agua y así se espera que sea el resto de los días hasta la llegada de Pascua.
Lamentable, el paso de Las Angustias se quedó este Jueves Santo ‘encerrada’ debido a las intensas lluvias durante toda la jornada en Béjar. Ya advertía el hermano mayor, Norman Bonnail, la noche anterior que sería difícil que Las Angustias paseara su dolor por Béjar, ya que la talla está recién restaurada y es muy importante protegerla del peligro que supone la lluvia e incluso la humedad.
Finalmente, después de una jornada con mucha lluvia, la directiva suspendió la procesión, una de las esperadas y concurridas en Béjar. Este año, las calles quedaron vacías y las velas encendidas se apagaron prematuramente, dejando un ambiente de recogimiento y desilusión entre los presentes, pero con esperanza de que el año que viene La Angustias sí pueda estar en la calle para enseñarnos la importancia de la fe y la esperanza en medio de la oscuridad.
El párroco de la iglesia Santa María, Félix Pérez, dirigió una oración hacia la Madre y la banda de tambores interpretó una pieza antes de que los hermanos regresaran a su casa tras una Semana Santa en la que solo han podido celebrar el Vía Crucis el Viernes de Dolores.
Norman Bonnail, el hermano mayor, se despidió de los hermanos y agradeció a Vera Cruz, a la Seráfica Hermandad del Divino Salvador y de la Vera Cruz de Sanchotello su presencia, así como a los concejales del equipo de Gobierno, Puri Pozo y Javier H. Carrión.
La Hermandad de Jesús Nazareno también ha suspendido la representación de La Sentencia y está por ver que ocurrirá con la procesión de El Encuentro.