ENTREVISTA | Elena Martín Vázquez, la primera mujer alcaldesa de la historia de Béjar, charla con Béjar en Madrid coincidiendo con el Día de la Mujer Trabajadora
La primera vez que las mujeres ejercieron su derecho al voto en España fue el 19 de noviembre de 1933. Un año antes ya una mujer ostentaba el cargo de alcaldesa en un pequeño pueblo de Aragón, en Gallur. Ella era María Domínguez y abrió un camino que después seguirían muchas otras. En Béjar ha sido Elena Martín la primera en abrir ese camino, escribiendo de esta forma una página en la historia bejarana.
¿Qué sintió cuando fue nombrada alcaldesa de Béjar?
Lo que sientes es mucho orgullo y, a la vez, responsabilidad. Es algo de lo que estar orgullosa yo y todas las mujeres de la ciudad, porque es la primera vez que una mujer representa a toda la ciudadanía. Y también está ahí esa responsabilidad de querer dejar bien demostrado que las cosas se puedan hacer correctamente. Las mujeres muchas veces para hacer la misma cosa que los hombres tenemos que dejarlo como más demostrado y, tristemente, todavía hay gente que juzga las actuaciones de uno u otro por ser hombre o mujer.
¿Molesta que el poder lo ostente una mujer?
A mucha gente sí. Es verdad, afortunadamente, que se
ha avanzado mucho en esta cuestión, pero no tenemos que quedarnos ahí porque todavía hay mucho que hacer. Las mujeres tenemos que hacer muy visible que somos capaces de realizar las cosas y aunque, como digo, esto está cambiando, todavía hay muchas mujeres machistas, que es lo que más tristeza me produce. Esas mujeres son las primeras que ponen barreras con su actitud, y cuando hablamos de si me estoy encontrando reacciones por ser alcaldesa, pues sí y muchas veces provienen de mujeres.
“La forma en la que he podido gestionar este momento histórico de la pandemia se verá a posteriori
¿Se está avanzando en esta cuestión?
Sí, pero las mujeres tenemos un esfuerzo extra y cuando asumimos este tipo de responsabilidades las sumamos a las que ya tenemos. Sabemos todos que todavía, desgraciadamente, la intendencia y la organización funcional de los hogares recaen, me atrevería a afirmar, en un 80 por ciento sobre los hombros de las mujeres. También ocurre que cuando una mujer quiere superarse en su profesión, lo que deja atrás es la aspiración, que puedes tenerla o no, de la maternidad. Es complejo compatibilizar, aunque es verdad que cada vez hay más programas de conciliación; pero solo se concilia con las mujeres, ¿cuándo se va a conciliar con los hombres?
¿Ha sido difícil compaginar su labor diaria con la de alcaldesa?
Ahora no, pero cuando yo entré en política, en 2007, tenía un hijo de 6 años y las circunstancias de mi familia eran complicadas, mi marido se iba muy temprano de casa y volvía muy tarde por su trabajo. Yo siempre he dicho que no soy madre soltera, pero que he ejercido de ello. Lo que quiero decir es que no tenía el respaldo de mi pareja por motivos laborales, y ahí sí que fue difícil, sumamente difícil. Tenía a mi hijo, mi trabajo en el centro de salud y mis tareas como concejala, que suponían tiempo y dedicación, pero, afortunadamente, ahí están las madres, las suegras y las amigas. Aquí hay un trabajo que yo llamo de sororidad: siempre hay una mujer dispuesta a echar una mano a otra mujer.
Ahora me ha sido más sencillo. Mi hijo es ya mayor y no me requiere de la misma manera que lo hacía entonces, y la posibilidad de tener una dedicación y poder dejar tu trabajo también ayuda para entregarte a la alcaldía. Digan lo que digan, ser alcalde de Béjar no se puede compatibilizar con un trabajo, hasta ahora ha sido así porque teníamos un alcalde que estaba jubilado. El señor Riñones solo cobraba las asistencias del Ayuntamiento y de la Diputación porque eso era compatible con su jubilación. Vamos a dejarnos de maniqueísmos, porque con esa afirmación de que un alcalde no puede estar liberado, el señor Riñones está cerrando la puerta a que un sucesor suyo que esté en edad laborable pueda optar a la alcaldía. Tampoco tiene sentido eso de que se muestren a favor de la liberación, pero con el mismo sueldo que tú tenías anteriormente. Eso no es comprensible, yo que, respeto mi profesión por encima de todo, soy una auxiliar de enfermería y no es comparable la responsabilidad que tengo ahora, a la que tenía antes. No olvidemos que se pagan las responsabilidades.
“Siempre hay una mujer dispuesta a echar una mano a otra mujer, es lo que yo llamo sororidad
¿Cree que los hombres y las mujeres tienen distintas formas de gestionar?
Nosotros queremos igualdad de oportunidades y de trato, pero es evidente que los hombres y mujeres no somos iguales. Las mujeres tenemos una forma de organizar y de gestionar el trabajo diferente a la de los hombres. A mí me parece que las mujeres con nuestra forma de trabajar, que está demostrada desde el Neolítico, tenemos una amplia capacidad para esa gestión. No digo que los hombres no la tengan, sino que creo que la nuestra es más funcional. Además, las mujeres tenemos más capacidad, en general, de empatizar que los hombres.
¿Qué valoración realiza de casi sus dos años como alcaldesa?
La ilusión, las ganas, la capacidad de trabajo y el tesón están intactos. Es verdad, y sin caer en el victimismo, que no ha sido el mejor momento para lucirse, y la forma en la que he podido gestionar este momento histórico se verá a posteriori. Si el tiempo volviera hacia atrás, daría los mismos pasos que hasta ahora y tendría el mismo equipo, que es lo más valioso que tengo. Ni yo, ni mi equipo nos arrepentimos de nada. Necesitamos que quien no quiera sumar, se ponga al margen y que no reste. Si no vas a sumar nada, al menos déjanos trabajar. Este mensaje se lo lanzo a los grupos de la oposición. No podemos estar todo el día respondiendo a los improperios, eso desgasta. Están haciendo una oposición de desgaste. La del PP es comprensible desde el minuto 0, y la de Tú Aportas sobrevenida, ellos sabrán la razón.
ENTREVISTA | Elena Martín Vázquez, la primera mujer alcaldesa de la historia de Béjar, charla con Béjar en Madrid coincidiendo con el Día de la Mujer Trabajadora
La primera vez que las mujeres ejercieron su derecho al voto en España fue el 19 de noviembre de 1933. Un año antes ya una mujer ostentaba el cargo de alcaldesa en un pequeño pueblo de Aragón, en Gallur. Ella era María Domínguez y abrió un camino que después seguirían muchas otras. En Béjar ha sido Elena Martín la primera en abrir ese camino, escribiendo de esta forma una página en la historia bejarana.
¿Qué sintió cuando fue nombrada alcaldesa de Béjar?
Lo que sientes es mucho orgullo y, a la vez, responsabilidad. Es algo de lo que estar orgullosa yo y todas las mujeres de la ciudad, porque es la primera vez que una mujer representa a toda la ciudadanía. Y también está ahí esa responsabilidad de querer dejar bien demostrado que las cosas se puedan hacer correctamente. Las mujeres muchas veces para hacer la misma cosa que los hombres tenemos que dejarlo como más demostrado y, tristemente, todavía hay gente que juzga las actuaciones de uno u otro por ser hombre o mujer.
¿Molesta que el poder lo ostente una mujer?
A mucha gente sí. Es verdad, afortunadamente, que se
ha avanzado mucho en esta cuestión, pero no tenemos que quedarnos ahí porque todavía hay mucho que hacer. Las mujeres tenemos que hacer muy visible que somos capaces de realizar las cosas y aunque, como digo, esto está cambiando, todavía hay muchas mujeres machistas, que es lo que más tristeza me produce. Esas mujeres son las primeras que ponen barreras con su actitud, y cuando hablamos de si me estoy encontrando reacciones por ser alcaldesa, pues sí y muchas veces provienen de mujeres.
“La forma en la que he podido gestionar este momento histórico de la pandemia se verá a posteriori
¿Se está avanzando en esta cuestión?
Sí, pero las mujeres tenemos un esfuerzo extra y cuando asumimos este tipo de responsabilidades las sumamos a las que ya tenemos. Sabemos todos que todavía, desgraciadamente, la intendencia y la organización funcional de los hogares recaen, me atrevería a afirmar, en un 80 por ciento sobre los hombros de las mujeres. También ocurre que cuando una mujer quiere superarse en su profesión, lo que deja atrás es la aspiración, que puedes tenerla o no, de la maternidad. Es complejo compatibilizar, aunque es verdad que cada vez hay más programas de conciliación; pero solo se concilia con las mujeres, ¿cuándo se va a conciliar con los hombres?
¿Ha sido difícil compaginar su labor diaria con la de alcaldesa?
Ahora no, pero cuando yo entré en política, en 2007, tenía un hijo de 6 años y las circunstancias de mi familia eran complicadas, mi marido se iba muy temprano de casa y volvía muy tarde por su trabajo. Yo siempre he dicho que no soy madre soltera, pero que he ejercido de ello. Lo que quiero decir es que no tenía el respaldo de mi pareja por motivos laborales, y ahí sí que fue difícil, sumamente difícil. Tenía a mi hijo, mi trabajo en el centro de salud y mis tareas como concejala, que suponían tiempo y dedicación, pero, afortunadamente, ahí están las madres, las suegras y las amigas. Aquí hay un trabajo que yo llamo de sororidad: siempre hay una mujer dispuesta a echar una mano a otra mujer.
Ahora me ha sido más sencillo. Mi hijo es ya mayor y no me requiere de la misma manera que lo hacía entonces, y la posibilidad de tener una dedicación y poder dejar tu trabajo también ayuda para entregarte a la alcaldía. Digan lo que digan, ser alcalde de Béjar no se puede compatibilizar con un trabajo, hasta ahora ha sido así porque teníamos un alcalde que estaba jubilado. El señor Riñones solo cobraba las asistencias del Ayuntamiento y de la Diputación porque eso era compatible con su jubilación. Vamos a dejarnos de maniqueísmos, porque con esa afirmación de que un alcalde no puede estar liberado, el señor Riñones está cerrando la puerta a que un sucesor suyo que esté en edad laborable pueda optar a la alcaldía. Tampoco tiene sentido eso de que se muestren a favor de la liberación, pero con el mismo sueldo que tú tenías anteriormente. Eso no es comprensible, yo que, respeto mi profesión por encima de todo, soy una auxiliar de enfermería y no es comparable la responsabilidad que tengo ahora, a la que tenía antes. No olvidemos que se pagan las responsabilidades.
“Siempre hay una mujer dispuesta a echar una mano a otra mujer, es lo que yo llamo sororidad
¿Cree que los hombres y las mujeres tienen distintas formas de gestionar?
Nosotros queremos igualdad de oportunidades y de trato, pero es evidente que los hombres y mujeres no somos iguales. Las mujeres tenemos una forma de organizar y de gestionar el trabajo diferente a la de los hombres. A mí me parece que las mujeres con nuestra forma de trabajar, que está demostrada desde el Neolítico, tenemos una amplia capacidad para esa gestión. No digo que los hombres no la tengan, sino que creo que la nuestra es más funcional. Además, las mujeres tenemos más capacidad, en general, de empatizar que los hombres.
¿Qué valoración realiza de casi sus dos años como alcaldesa?
La ilusión, las ganas, la capacidad de trabajo y el tesón están intactos. Es verdad, y sin caer en el victimismo, que no ha sido el mejor momento para lucirse, y la forma en la que he podido gestionar este momento histórico se verá a posteriori. Si el tiempo volviera hacia atrás, daría los mismos pasos que hasta ahora y tendría el mismo equipo, que es lo más valioso que tengo. Ni yo, ni mi equipo nos arrepentimos de nada. Necesitamos que quien no quiera sumar, se ponga al margen y que no reste. Si no vas a sumar nada, al menos déjanos trabajar. Este mensaje se lo lanzo a los grupos de la oposición. No podemos estar todo el día respondiendo a los improperios, eso desgasta. Están haciendo una oposición de desgaste. La del PP es comprensible desde el minuto 0, y la de Tú Aportas sobrevenida, ellos sabrán la razón.