La alcaldesa asegura que en el último mes se ingresaron 70.000 euros en este concepto
La concesión de la gestión central del Tranco del diablo se encuentra en un proceso de renovación. |
Las últimas lluvias caídas están permitiendo que las dos centrales hidroeléctricas municipales funcionen a pleno rendimiento. Así lo confirmó la alcaldesa, Elena Martín, a BÉJAR EN MADRID, al explicar que las últimas lluvias están permitiendo que tanto la central de Tranco del Diablo como Samuel Solórzano turbinen a un rendimiento óptimo.
Esto supone que “el pasado mes se facturaron unos 70.000 euros en este concepto, y se espera que este mes sea otro tanto”, aseguraba. Sin duda supone una grata noticia, ya que permitirá engordar las arcas municipales, sobre todo, si tenemos en cuenta que en los últimos años la escasez de precipitaciones no ha permitido que las centrales funcionaran cierta rentabilidad.
Por otro lado, la Conferencia Hidrográfica del Tajo (CHT) inició a finales del pasado año el proceso de renovación de la concesión de la central del Tranco del Diablo, tras 25 años de gestión municipal. El Ayuntamiento fue el único organismo que presentó al proceso, pero por el momento, según aseguró Martín, “se encuentran parados todos los trámites administrativos por lo que no sabemos nada”.
El embalse de Navamuño se encuentra en la actualidad, según los datos ofrecidos por la Confederación, al 92,86 por ciento de su capacidad. Esto supone un aumento respecto a la misma semana del pasado año, que se encontraba al 71,43 por ciento, e, incluso, de la media de los últimos años que era del 82,86 por ciento.
El pantano de Navamuño, como pasó con otras tantas cosas en Béjar, tardó en hacerse realidad demasiado tiempo. Tuvo que pasar más de un siglo para que, por fin, finalizara su construcción. No en vano, a lo largo de la historia de Béjar en Madrid se han publicado numerosos artículos referentes a la necesidad de su construcción desde que comenzó su edición en 1917, hasta que se terminó el proyecto en 1989. Las obras fueron licitadas en 1981 por un importe de casi 1.000 millones de pesetas, que serían costeados por el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo.En cuanto a los datos técnicos, esta construcción tiene una cota absoluta de agua de 1.240,70 metros y una capacidad total de 14 hectómetros cúbicos. La presa cuenta con una altura de 70 metros, lo que en su día la convirtió en la más alta construida con materiales sueltos, es decir, piedra sobre piedra.En cuanto a su función, Navamuño no solo permite el abastecimiento de la comarca, sino también aumentar el erario de Béjar a través de la producción eléctrica de la central hidroeléctrica Samuel Solórzano.