El Casino Obrero celebró anoche uno de los días más especiales de la institución: el Día del Socio.
“Hoy es un día muy especial pues no reunimos en este Día del Socio para reconocer y festejar todo vuestro apoyo y compromiso con este ateneo”, decía su presidente, Francisco Mesonero.
El homenaje a sus socios más antiguos es una celebración que se remonta 70 años atrás y que pretende “reconocer y homenajear a sus socios que llevan al Casino dentro de su corazón, socios preocupados por la cultura y la vida bejarana, socios que, seguro que han visto grandes eventos en este mismo salón”, apuntaba Mesoreno.
En esta ocasión, los homenajeados fueron Manuel López Nevado, Virgilio Bermejo García y Juan de la Fuente Pinchete, que llevan desde hace 74 años siendo socios del ateneo.
Virgilio Bermejo aseguraba que “me ha hecho mucha ilusión este homenaje y lo he vivido con gran emoción. Me apunté al Casino cuando tenía 16 años y ahora tengo 91”. Recibió el homenaje acompañado de su mujer Petra Jiménez. Como curiosidad Virgilio nos contó que cuando tenía 13 años trabajó en la imprenta donde se editaba Béjar en Madrid.
Por su parte, Manuel López Nevado, que fue acompañado de su mujer María, recordaba que se apuntó al Casino siendo un chaval y que para él siempre ha sido un orgullo pertenecer a esta institución. Su mujer también recordaba esos años de juventud en los que se iba al Casino “a sacar a las mozas a bailar”.
Juan de la Fuente Pichete recordaba sus años como vocal del Casino, siendo vocal junto a Pedro Carbajo y Manolo Casadiego. Se apuntó al Casino el 28 de diciembre de 1949, han pasado desde entonces 74 años llenos de anécdotas y recuerdos. “Se murió mi padre y yo tenía cuatro hermanas y pensamos que como nos íbamos a quedar sin baile y decimos que apuntara, teniendo yo 19 años”, recordaba. Acudió acompañado de sus tres hijas: María Jesús, Soledad y Yolanda.
Mesonero aprovechó la ocasión para pedir colaboración, puesto que “es el segundo año que celebramos el Día del Socio, después de la dichosa del COVID, pandemia que nos dejó marcados a todos y sobre todo al Ateneo Cultural con una pérdida de socios del 50%”, además a esto se añade la falta de personas que quieran entrar en la directiva.
Después de la entrega de insignias, llegó el momento de disfrutar del baile y de un ágape.