La cooperante ha sido encontrada muerta junto a otros dos jóvenes| Trabajaba en Etiopía desde septiembre de 2020
María Hernández Matas. (MSF) |
La cooperante natural de Sanchotello, María Hernández Matas, ha sido asesinada en la región de Tingray, Etiopía, donde trabajaba como coordinadora de Médicos Sin Fronteras (MSF). Así lo han confirmado desde la ONG y también vecinos del municipio, que han mostrado su pesar por el asesinato y en que se ha declarado tres días de luto oficial, con banderas a media asta.
María Hernández, de 35 años, ha sido asesinada junto a otros dos jóvenes etíopes Yohannes Halefom Reda, asistente de coordinación de 31 años, y Tedros Gebremariam, un conductor de la misma edad.
Desde Sanchotello confirman que la joven había visitado hace aproximadamente un mes a su madre, que reside durante temporadas en el pueblo. María vivió sus primeros años en Sanchotello hasta que se trasladó toda la familia a vivir a Madrid.
Los cuerpos de las tres víctimas fueron encontrados a algunos metros de distancia del coche donde viajaban, después de que se hubiera perdido la comunicación con ellos el día anterior.“María, Yohaness y Tedros estaban allí ayudando a la población y es impensable que hayan pagado con sus vidas por ello”, aseguran en el comunicado Médicos Sin Fronteras. Desde la Embajada de España en Etiopía se está trabajando para la repatriación del cuerpo y esclarecer los hechos.
Hernández, que había comenzado su andadura en Médicos Sin Fronteras en junio de 2015, trabajó primero en República Centroafricana y luego en Sudán del Sur. La cooperante también había desempeñado labores humanitarias en Yemen, México y en Pulka, Nigeria, donde vivió entre octubre de 2019 y junio de 2020. Su último destino antes del país donde ha perdido la vida, aseguran en el diario ABC.
Según el mismo medio, María llegó a Etiopía en septiembre de 2020. Lo hizo un mes antes del inicio de las hostilidades en la región septentrional de Tigray, que comenzaron el pasado 4 de noviembre, cuando el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva militar contra el territorio.
La cooperante ha sido encontrada muerta junto a otros dos jóvenes| Trabajaba en Etiopía desde septiembre de 2020
María Hernández Matas. (MSF) |
La cooperante natural de Sanchotello, María Hernández Matas, ha sido asesinada en la región de Tingray, Etiopía, donde trabajaba como coordinadora de Médicos Sin Fronteras (MSF). Así lo han confirmado desde la ONG y también vecinos del municipio, que han mostrado su pesar por el asesinato y en que se ha declarado tres días de luto oficial, con banderas a media asta.
María Hernández, de 35 años, ha sido asesinada junto a otros dos jóvenes etíopes Yohannes Halefom Reda, asistente de coordinación de 31 años, y Tedros Gebremariam, un conductor de la misma edad.
Desde Sanchotello confirman que la joven había visitado hace aproximadamente un mes a su madre, que reside durante temporadas en el pueblo. María vivió sus primeros años en Sanchotello hasta que se trasladó toda la familia a vivir a Madrid.
Los cuerpos de las tres víctimas fueron encontrados a algunos metros de distancia del coche donde viajaban, después de que se hubiera perdido la comunicación con ellos el día anterior.“María, Yohaness y Tedros estaban allí ayudando a la población y es impensable que hayan pagado con sus vidas por ello”, aseguran en el comunicado Médicos Sin Fronteras. Desde la Embajada de España en Etiopía se está trabajando para la repatriación del cuerpo y esclarecer los hechos.
Hernández, que había comenzado su andadura en Médicos Sin Fronteras en junio de 2015, trabajó primero en República Centroafricana y luego en Sudán del Sur. La cooperante también había desempeñado labores humanitarias en Yemen, México y en Pulka, Nigeria, donde vivió entre octubre de 2019 y junio de 2020. Su último destino antes del país donde ha perdido la vida, aseguran en el diario ABC.
Según el mismo medio, María llegó a Etiopía en septiembre de 2020. Lo hizo un mes antes del inicio de las hostilidades en la región septentrional de Tigray, que comenzaron el pasado 4 de noviembre, cuando el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva militar contra el territorio.