El Viernes Santo en Béjar, es el Viernes de la Vera Cruz. La Cofradía fundada en 1411 saca este día la mayoría de su patrimonio religioso para celebrar la procesión del Santo Entierro, la más antigua de todas las de la ciudad. El Viernes Santo es también día de la Adoración de la Cruz, el día de la Fe en la Cruz y, por tanto, el día más importante para la Vera Cruz de toda la Semana Santa.
Ocho pasos componen esta procesión, que este año ha sido más larga que los anteriores, llegando a las tres horas de recorrido. Por primera, después de 40 años, el paso del Santo Entierro, el más valioso de la Cofradía, se ha portado a hombros. Este hecho era un reto para la cofradía desde hacía varios años y, por fin, este año ha sido una realidad.
La emoción contenida tan característica de la Semana Santa castellana afloraba cuando el paso del Santo Entierro del Cristo Yacente partía a hombros de San Juan para iniciar su recorrido, el más largo de todas las procesiones.
Es una Imagen de una calidad extraordinaria, es una talla de madera policromada que en un principio fue articulada y fijada por González Macías en los años 50. Donado por el duque de Béjar D. Manuel en 1.329 que lo mandó realizar a un escultor italiano y traerlo desde allí.
Los pasos La oración de Los Olivos, La primera caída, El Amarrao, el Nazareno, El Calvario, el Santo Sepulcro, la Virgen la Dolorosa y el paso infantil de la Cruz desfilaron por Béjar ante numeroso público que fue eligiendo el lugar más adecuado para disfrutar de su paso desde San Juan hasta la Plaza Mayor, desde la Calle Mayor a la Colón y el regreso por la Puerta de Ávila.
En la presidencia, las autoridades: el presidente de la Vera Cruz, David Hernández, y la abadesa, Mayca Hernández, acompañada de Pablo Zúñiga.