En los últimos 25 años, Béjar ha perdido 4.393 habitantes| A fecha de 1 de enero de 2021, el padrón está formado por 12.269 personas
La pérdida de población en Béjar es una tendencia que se repite desde hace más de una década, en concreto son ya 13 ejercicios seguidos en los que se reduce en nuestra ciudad el número de habitantes empadronados. Así lo reflejan los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, que ponen de manifiesto un descenso de 290 personas entre enero de 2020 y el mismo mes de 2021. De este modo, la cifra oficial de bejaranos a 1 de enero de 2021-los últimos datos disponibles- es de 12.269.
La caída en las cifras oficiales de población a enero de 2021 es de la más abrupta desde 2016, cuando la ciudad perdió 321 habitantes. Desde entonces, las bajadas de población rondaban los dos centenares de personas, aunque en 2018 también se registró una disminución importante de 260 habitantes.
Estos datos suponen que Béjar haya perdido en los últimos 25 años 4.393 habitantes, pasando de 16.662 a 12.269. La tendencia negativa se repite desde el año 2007, cuando el padrón estaba formado por 15.016 personas, ganando ese ejercicio 68 habitantes.
Teniendo en cuenta estos datos, únicamente Salamanca supera en pérdida de población a Béjar en el último año en la provincia. En la capital, la población disminuyó en 1.326 habitantes, mientras que en Ciudad Rodrigo se registró una disminución en el padrón de 196 personas. Le siguen Santa Marta de Tormes que perdió en el último año 84 habitantes, y Guijuelo, que descendió en 66. La otra cara de la moneda es Villamayor que creció en 159 habitantes; Villares de la Reina que sumó 122 personas al padrón; y Carbajosa de la Sagrada que aumentó en 117 habitantes.
Actualmente Béjar con una población de 12.269 habitantes se sitúa en datos de 1940, cuando nuestra ciudad sumaba 12.518 personas. A partir de la década de los años 40, se registra un aumento de población importante, ya que en 1950 el padrón estaba formado por 15.666 personas, es decir, en diez años sube en 3.148 personas. Esta tendencia positiva se mantiene hasta finales de los años 80, cuando se registra el mayor número de población, 17.597, en 1988. A partir de entonces, el padrón comienza a disminuir y en diez años, se rebaja en 1.431 personas.
El descenso de nacimientos en nuestra comarca es junto al envejecimiento de la población los dos principales motivos de la falta de población. En el caso de Béjar, al menos, desde 1996, desde cuando hay registros completos, el movimiento vegetativo es negativo, es decir, mueren más personas que nacen. Así las cosas, en nuestra ciudad desde hace casi tres décadas los nacimientos no son muy superiores al centenar- con la excepción del año 2008 que se registró un soprendente baby boom en España- y las muertes rozan los dos centenares. Los datos del último año publicado por el Instituto de Estadística corresponden a 2020 y muestran que hubo 55 nacimientos, la cifra más baja desde 1996, y 239 fallecimientos, la más alta también desde 1996 y que en este caso sí puede deberse a la pandemia.
En los últimos 25 años, Béjar ha perdido 4.393 habitantes| A fecha de 1 de enero de 2021, el padrón está formado por 12.269 personas
La pérdida de población en Béjar es una tendencia que se repite desde hace más de una década, en concreto son ya 13 ejercicios seguidos en los que se reduce en nuestra ciudad el número de habitantes empadronados. Así lo reflejan los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, que ponen de manifiesto un descenso de 290 personas entre enero de 2020 y el mismo mes de 2021. De este modo, la cifra oficial de bejaranos a 1 de enero de 2021-los últimos datos disponibles- es de 12.269.
La caída en las cifras oficiales de población a enero de 2021 es de la más abrupta desde 2016, cuando la ciudad perdió 321 habitantes. Desde entonces, las bajadas de población rondaban los dos centenares de personas, aunque en 2018 también se registró una disminución importante de 260 habitantes.
Estos datos suponen que Béjar haya perdido en los últimos 25 años 4.393 habitantes, pasando de 16.662 a 12.269. La tendencia negativa se repite desde el año 2007, cuando el padrón estaba formado por 15.016 personas, ganando ese ejercicio 68 habitantes.
Teniendo en cuenta estos datos, únicamente Salamanca supera en pérdida de población a Béjar en el último año en la provincia. En la capital, la población disminuyó en 1.326 habitantes, mientras que en Ciudad Rodrigo se registró una disminución en el padrón de 196 personas. Le siguen Santa Marta de Tormes que perdió en el último año 84 habitantes, y Guijuelo, que descendió en 66. La otra cara de la moneda es Villamayor que creció en 159 habitantes; Villares de la Reina que sumó 122 personas al padrón; y Carbajosa de la Sagrada que aumentó en 117 habitantes.
Actualmente Béjar con una población de 12.269 habitantes se sitúa en datos de 1940, cuando nuestra ciudad sumaba 12.518 personas. A partir de la década de los años 40, se registra un aumento de población importante, ya que en 1950 el padrón estaba formado por 15.666 personas, es decir, en diez años sube en 3.148 personas. Esta tendencia positiva se mantiene hasta finales de los años 80, cuando se registra el mayor número de población, 17.597, en 1988. A partir de entonces, el padrón comienza a disminuir y en diez años, se rebaja en 1.431 personas.
El descenso de nacimientos en nuestra comarca es junto al envejecimiento de la población los dos principales motivos de la falta de población. En el caso de Béjar, al menos, desde 1996, desde cuando hay registros completos, el movimiento vegetativo es negativo, es decir, mueren más personas que nacen. Así las cosas, en nuestra ciudad desde hace casi tres décadas los nacimientos no son muy superiores al centenar- con la excepción del año 2008 que se registró un soprendente baby boom en España- y las muertes rozan los dos centenares. Los datos del último año publicado por el Instituto de Estadística corresponden a 2020 y muestran que hubo 55 nacimientos, la cifra más baja desde 1996, y 239 fallecimientos, la más alta también desde 1996 y que en este caso sí puede deberse a la pandemia.