Miguel de Unamuno visitó Béjar por primera vez hacia el año 1900, siendo rector de la Universidad de Salamanca. Desde entonces se sucedieron sus viajes a Béjar por motivos profesionales, a los que se sumarían también las visitas privadas que realizó hasta el fin de sus días a nuestra ciudad.
El vínculo de Unamuno y Béjar se materializó en una exposición que se inauguró en diciembre de 2019 y que tuvo que ser interrumpida por la llegada de la pandemia. Fue en ese momento cuando el profesor Manuel Álvarez-Monteserín decidió donar a la Universidad de Salamanca el busto de Miguel de Unamuno esculpido por el mismo y expuesto también en esa muestra cuyo comisario era el bejarano José Antonio Sánchez Paso.
Esa donación se hizo efectiva este miércoles, cuando el autor junto al director de la Escuela de Ingenieros, Alejandro Reveriego, el nieto de Unamuno, Pablo de Unamuno, la directora de la Casa Museo Miguel de Unamuno en Salamanca, Ana Chaguaceda, el alcalde de Béjar, Antonio Cámara, varios concejales, y el comisario de la exposición ‘Unamuno y Béjar’, José Antonio Sánchez Paso además de profesores y público en general, han descubierto el busto que se expone junto al salón de actos de la Escuela.
El director del centro, Alejandro Reveriego, agradeció al autor la donación del busto y su “interés porque este busto estuviera en esta Escuela”. El director recordó una de las visitas del rector, Miguel de Unamuno, a Béjar en 1902 para visitar la Escuela Superior de Industrias, situada en el convento de San Francisco. A partir de entonces, desde 1903, acudiría a la inauguración de todos los cursos hasta 1913, a excepción de la apertura del centro 1906-1907.
Por su parte, el autor apuntó a que es una escultura en barro que “simboliza lo efímero de la vida”, y que se modeló en la Escuela de Bellas Artes de Plasencia en 2019.
Álvarez-Monteserín aseguró que con esta escultura pretende “ensalzar la figura de don Miguel” y destacó la importancia de los migueles en Béjar: “Miguel de Cervantes que dedicó el Cervantes a Béjar y don Miguel de Unamuno”; y también homenajear al docente: «Sin docentes no vamos a ningún sitio. Sin su esfuerzo, su dedicación y su aguante en los tiempos corren no tendríamos futuro”.