El Atrio de San Juan se llenó de público a media noche para disfrutar de la tradicional hoguera de San Juan en una noche de agradables temperaturas y con la presencia de mucho público, entre ellos bastantes escolares que despedían este viernes el curso.
Una creación de Carpintería Yuste ardería en la noche más corta del año, mientras los bejaranos lanzaban sus sueños y deseos al fuego, esperando que este sí se cumplan. «Llevamos colaborando con esto muchos años para que no se pierda. El año que viene nos gustaría hacer algo diferente», comentaba Alberto Yuste.
Ni faltaron esos buenos deseos ni los valientes que se atrevieron a saltar la hoguera, en busca del aplauso de los cientos de personas allí congregadas.
También hubo música, así como reparto de los dulces típicos de la zona organizado por la asociación del barrio.