Béjar puso fin a la fiesta del deporte de la Ruta Vetona con la entrega de premios en la plaza Santa Teresa. Los concejales Rubén Martín y Puri Pozo junto con los representantes de los grupos de montaña fueron los encargados de entregar los trofeos a los ganadores de las distintas competiciones.
Los ganadores de la prueba Ultra, que finalizaron 37 corredores, fueron: el bejarano Eduardo Sánchez que entró en meta tras 9 horas, 54 minutos y 20 segundos compitiendo; Óscar Moya que firmó un tiempo de 11:36:45 y Raúl Martín que terminó la prueba tras 13:27:40.
En la categoría femenina las ganadoras fueron: Cristina Femenia (12:47:50); Teresa Breganciano (14:37:14) y María José Vera (15:49:27).
En el maratón veton, con 108 participantes, los ganadores fueron: Álvaro Ramos (02:46:49), Iván Bernardo (03:12:34) y Roberto Alonso (03:12:48). En la categoría femenina subieron a pódium: Verónica Rodríguez (04:08:28), Ana María García (04:31:19) y María Cristina Martín (04:38:10).
En la mini vetona, que fue la prueba con una mayor participación al inscribirse 248 personas, se alzaron con la victoria en la categoría femenina: Carmen Cabrero (01:17:02), Casty García (01:21:55) y Nuria Rueda González (01:24:38). En la categoría masculina ganaron: Manuel Vicente Tejedor (1:00:51), Adrían Valle (01:04:48) y Juan Francisco Fernández (01:06:03).
En la Vetona BTT, con 62 participantes, los ganadores fueron: Raúl Rodríguez (3:42:22), Miguel Parra (3:53:13) y Juan Utrero (4:06:21) y en la categoría femenina: Natalia Huertas Pozo (5:44:09), Paula Sánchez (07:01:08) y Cristina de Arriba (7:30:08)-
En la mini Vetona BTT, con 43 participantes, se subieron al podio: Roberto Nieto (1:11:17), Ruben Gallego (1:19:15) y Jorge Dueñas (1:27:23). No hubo participantes femeninas. José White fue el ganador en la categoría de deporte adaptado.
A pesar de que han sido muchos los que han alabado la organización de esta prueba, también otros han criticado muchos aspectos como que los avituallamientos eran escasos, que estaban mal marcados los senderos, y que los caminos no estuvieran bien desbrozados, como es el caso del que discurría por la Vía Verde, o que no eran aptos para las bicicletas.