El Casino Obrero acogía este sábado su asamblea general anual y lo hacía con el temor de que nadie quisiera reemplazar a los miembros de la junta directiva salientes y hubiera que presentar la liquidación.
Los temores no se cumplieron y se logró salvar el escollo que suponía esta falta de socios dispuestos a dar un paso adelante y formar parte de la directiva. Además, varias de estas personas son más jóvenes que la media habitual de personas que han ocupado estos puestos con anterioridad.
Por el contrario, no ha habido voluntarios para ocupar el cargo de presidente y Francisco García Mesonero continuará al frente de esta institución centenaria.
El Casino Obrero se enfrenta a otros problemas muy serios. Uno de ellos es la bajada de socios, actualmente cuenta con 370, una cifra, aseguraban en la asamblea, insuficiente para mantener el Casino abierto. El presidente, Francisco García Mesonero, explicaba a este periódico que antes de la pandemia había 800 socios, por lo que en apenas 4 años el ateneo ha perdido la mitad.
La bajada de socios trae implícito otro problema. El económico. Los gastos superan los ingresos y el balance, se cierra, desde hace varios años, con déficit.
A mayores, hay que sumar el edificio y el problema que supone su escaso mantenimiento que está deteriorando las instalaciones de forma preocupante. En la asamblea se expuso que los herederos del edificio, más de 30, quieren ceder el edificio, pero el Casino no se puede hacer cargo, por lo que se ha pensado en que se lo cedan al Ayuntamiento y actué de intermediario.
A pesar de estos obstáculos, la nueva directiva entra con ganas de renovar la institución con actos o actividades más acordes a nuestros tiempos. Quieren, explicaban en la asamblea, organizar eventos infantiles para que los padres, a través de sus hijos, se acerquen al Casino. También trabajarán en ampliar su presencia en las redes sociales.
Una de las buenas noticias del pasado año fue la apertura del bar, después de muchos meses cerrado.
La nueva directiva quedará, por lo tanto, formada por Francisco García Mesonero, como presidente. Junto a él se mantiene José de Frutos y salen de la junta: Juan Carlos Díaz, María Teresa García, Cecilio Carretero y Santiago González. Mientras que acceden al cargo: Isabel de la Cruz, como secretaria y Federico Heredero, Verónica García, Ana Fraile y Ángel Baltasar Romero como vocales.