Béjar vivió este lunes de nuevo un pleno muy bronco y con una gran tensión. Una dinámica que se repite ya no solo desde que se inició esta legislatura, sino que también ocurría en la anterior donde reinaba una gran inestabilidad.
La marcha de la edil Olga García del PP se materializó en este pleno y en su turno de ruegos y preguntas explicó los motivos de su marcha relacionados en su mayoría con el caso de los asesores.
Según García los asesores llegaron al inicio de la legislatura con la intención de “invertir en nuestra ciudad mucho dinero, sin embargo, al poco tiempo todos pasamos “a ser corruptos y el despacho de Alcaldía se convirtió en un caza de brujas”. Esto desencadenó una serie de diferencias con el alcalde que terminó ayer materializándose en su marcha del PP, siguiendo los pasos de su compañera Araceli Dorado. Acusó también Olga García de ser “cómplices” a sus compañeros del equipo de Gobierno y cargó contra la concejala de VOX al asegurar que “haría cualquier cosa por estar sentada donde está ahora”.
Se repitieron las preguntas sobre los asesores en el pleno y también acusaron al alcalde de gobernar “dictatorialmente”, a pesar de “estar en minoría”.
Mientras que el edil de Tú Aportas, Javier Garrido, centró su intervención en La Covatilla y se ratificó en sus palabras de que la estación no podía abrir porque no estaba contratado el servicio médico. Otra de las preguntas fue sobre el plan de desratización de la ciudad y sobre la situación del teatro Cervantes.
Intervenciones del público pidiendo la dimisión del alcalde y también aplausos y abucheos en algunos momentos.
En definitiva, un espectáculo bochornoso y que cada vez produce más hartazgo entre los ciudadanos, ya que los motivos personales se colaron una vez más en la sesión plenaria, dejando de lado el interés de Béjar y de los bejaranos.