La Diputación de Salamanca ha aprobado en el pleno ordinario del mes de diciembre los convenios de colaboración para la prevención, extinción de incendios y salvamento en las áreas de intervención de los parques de bomberos de la provincia.
Concretamente, la institución provincial destinará, según el documento aprobado que contemplan el periodo de 2022-2025- al parque de Béjar una cantidad de 648.000 euros por anualidad; mientras que la Diputación aportará 16.500 euros al de Alba de Tormes; 55.000 euros al de Guijuelo, al de Ledesma y al de Tamames; 648.000 euros al de Vitigudino; y 21.800 euros al de Fuenteguinaldo. A mayores, La Alberca recibirá 16.500 euros cada año y Peñaranda de Bracamonte, 55.000 euros también por anualidad.
Por otro lado, la Diputación de Salamanca ha iniciado ya la reestructuración de los parques de bomberos dela provincia con la aprobación de un nuevo reglamento para cumplir la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León por la que se deberá profesionalizar el servicio. Hay que tener en cuenta que a excepción de los parques de Villares de la Reina y de Béjar, el resto son agrupaciones de voluntarios y no ejercen como profesionales.
Así las cosas, este nuevo reglamento organiza los 13 parques de la Diputación en cuatro áreas de intervención con cuatro estaciones principales: Villares de la Reina, Béjar, Ciudad Rodrigo y Vitigudino complementadas por otros nueve parques secundarios y terciarios. Cada uno de estos cuatro parques principales contará con 6 bomberos profesionales funcionarios, con el objetivo de que en cada salida haya un efectivo profesional funcionario.
Los otros nueve parques de bomberos se han denominado como secundarios- Peñaranda, Tamames, Guijuelo, Fuenteguinaldo, Lumbrales y Ledesma- y como terciarios: -Alba de Tormes, La Alberca y el Payo-.
Estos parques contarán con la figura de dos bomberos profesionales itinerantes que se encargarán de coordinar esta tarea en todos ellos, en función de las salidas e intervenciones que tendrán que hacer. Los voluntarios pasan a llamarse colaboradores y seguirán dependiendo de los ayuntamientos y atendiendo estos parques secundarios y terciarios, pero estarán dirigidos por un profesional.
El caso de Béjar es distinto puesto que los bomberos son funcionarios municipales.